Dicen los síntomas

La enfermedad, el amor y la familia son algunos de los temas tratados en el libro de Bárbara Blasco galardonado con el Premio Tusquets de novela

Un extraño que acaba siendo alguien muy cercano. Un padre al que nunca ha sentido como tal pero al que, en sus últimas horas, tiene casi la necesidad de acompañar. Una obsesión con las dolencias y sus derivados que intenta curar con la palabra. 

La vida y la muerte pasando entre problemas laborales y familiares. La enfermedad, las horas de espera y acompañamiento en un hospital y la despedida. El adiós definitivo y la bienvenida. Al padre muerto, al hombre enigmático que pasó a ser conocido íntimamente. Con una fina ironía, con una dosis adecuada de humor negro y un deseo enorme de huir de ese simbolismo que representa el dolor. 

Y cuando leo corrupción sólo puedo pensar en la corrupción de la carne, en la lenta descomposición. Y cuando leo violación sólo puedo pensar en descomposición de la carne, en corrupción

Dicen los síntomas

El amor, la enfermedad y la familia forman parte del triángulo que da vida a Dicen los síntomas (Tusquets), una novela de Bárbara Blasco (en la imagen) que ha sido galardonada con el XVI Premio Tusquets Editores de Novela 2020.  El jurado dio valor al "excelente retrato generacional de una narración mordaz de una mujer soltera en plena crisis de desencanto, tanto laboral como sentimental". 


Virginia es la mujer referida, cercana a los cuarenta y con un gran deseo de ser madre. Nunca se llevó bien con un padre que tampoco se portó con ella como tal. Al desapego a su progenitor también hay que añadir la rivalidad fraternal que mantiene con su hermana. Y la madre, una madre sumisa, siempre con un papel secundario al lado del padre. 

Una novela intimista, de vínculos y reflexiones, y con un personaje protagonista con el que empatizaremos. De lectura ágil, en algunos pasajes, por ese reflejo generacional, nos ha traído también recuerdos de Temporada de avispas, la novela de Elisa Ferrer que fue galardonada en 2019 con el Premio Tusquets.  

Una crítica a las metáforas sociales de los síntomas, con multitud de referencias culturales —tanto cinematográficas como lilterarias— y un final entre el placer y la muerte. 

Aún es una palabra hermosa si lo piensas, aún es el único tiempo posible, un limbo que se extiende desde que aprendemos que somos mortales hasta que lo comprobamos. Aún tengo treinta y nueve años, y soy fértil. Aún no tengo hijos, pero aún puedo tenerlos. Aún tengo un padre que está vivo, que aún no ha muerto. Aún existe la posibilidad de que uno de sus espermatozoides esté ahora mismo escalando mi cuello uterino, dispuesto a coronar mi óvulo

Dicen los síntomas
Por: Rubén Guerrero
Fecha: 23-11-2020