Fábula, misterio, metáfora... ¡libros infantiles!

Una fábula moderna con un mensaje muy solidario, una reinterpretación del mito del Hombre del Saco y una mágica metáfora. Estos son los tres tesoros en forma de libros que traemos a nuestro rincón de lecturas infantiles de los sábados.

'Después de la lluvia', de Miguel Cerro.

En nuestra selección de títulos para los jóvenes lectores de la casa destacamos Después de la lluvia, un libro que ha sido galardonado con el VIII Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado. El ilustrador cordobés Miguel Cerro es el autor de una obra que ha sido publicada por Kalandraka en las cinco lenguas peninsulares.

Después de la lluvia es una fábula moderna sobre la superación de las adversidades, la adaptación al medio y la colaboración mutua para la supervivencia de un colectivo. El libro está recomendado para lectores a partir de 6 años.

'La leyenda de Zum', de Roger Olmos y Txabi Arnal.

Txabi Arnal y Roger Olmos son los autores de La leyenda de Zum (NubeOcho), un cuento de misterio para lectores a partir de 6 años. Los adultos también pueden disfrutar muchísimo de esta historia, que es una reintrepretación del mito del Hombre del Saco.

La sinopsis destaca: "Una misteriosa niebla envuelve el poblado de Zum cada cinco años. A la mañana siguiente se va, llevándose consigo una canción, la primera flor de la temporada y el niño o la niña más desobediente del pueblo".

'El espejo', de Adélia Carvalho y Sebastiao Peixoto.

"Érase una vez un espejo maravilloso. Estaba colgado en la entrada de una casa y, cuando los amos recibían invitados, nadie resistía la tentación de mirarse en aquel precioso espejo. Las personas adoraban verse reflejadas en él y, al hacerlo, se sentían especiales. Pero un día, el espejo empezó a mirar para otro lado, y eso lo cambió todo".

La descripción de arriba pertenece a El espejo, la mágica metáfora creada por Adélia Carvalho (texto) y Sebastiao Peixoto (ilustraciones). Un libro editado por Ediciones La Fragatina que nos enseñará la importancia de mirar con buenos ojos a los que nos rodean.