La muerte como terapia

Notable estreno literario de Ana Matallanas con 'Las cuentas pendientes'

Promete y mucho Ana Matallana con su primera novela, Las cuentas pendientes (Salto de Página), una reflexión interior frente a la muerte en un velatorio. Original, bien narrada y con un humor negro bien cuidado, la autora nos coloca ante un difunto, psiquiatra de profesión y solitario en sus últimos caminos por la vida. 

La sala del ataúd acoge un duelo a muerte de miradas. Marina ya hubiera perdido la batalla, pero Isabel se sobrepone a sus envites y soporta los incisivos ojos de la ‘jovencita’, tan llenos de preguntas"

'Las cuentas pendientes'

La soledad también se hace notar en el sanatorio madrileño de San Blas, donde únicamente acuden seis persona a darle el último adiós al finado, Francisco Liáñez. En capítulos breves, cada uno de los visitantes del tanatorio se sienta en el diván del muerto para contar su relación con el paciente, hacer suposiciones sobre su muerte y hablar sobre sus propios traumas y señas de identidad .

El hecho de que la historia transcurra prácticamente en el tanatorio da una profunda intensidad al relato, que para nada resulta agobiante para el lector, ya que Matallana demuestra un gran manejo de la escena, con el contenido que aporta a los diálogos y los personajes tan bien traídos que ha creado. Una obra muy recomendable que pronto debería estar fuera de la lista de libros pendientes. 

Te han dejado solo

“Solo. Te han dejado solo. Todos menos ella, que hasta tu amigo se ha ido y parecía un robot con la mirada perdida como cualquiera de los otros locos, y yo estoy aquí y ella ahí fuera y no me voy por no sé qué razón, porque tú desapareciste y me dejaste sola con mamá y su nuevo Francisco y con el burro feo y tus tamañas que no sé por qué, si ahora las transferencias se pueden notificar para saber que llegan, pero tú, una llamada al mes, y podía no cogerte, que bien me lo decía mamá, que no lo hiciera y se ponía muy nerviosa, como con que viniera a tu velatorio, que a lo mejor sabía que seguías hablando de ella o de otra…”

Por: Manuel Muñoz
Fecha: 10-05-2018