"La verdad, en ocasiones, no es como nos quieren hacer creer"

El periodista Wayne Jamison (Rota, Cádiz) estrena su primera novela, 'La sombra del Fürher', donde cuestiona la versión oficial sobre el final de Adolf Hitler. Jerez, Cádiz, Roma, Zahora, el Faro de Trafalgar, la playa de los Alemanes y Bariloche son algunas de las localizaciones de una obra que sale a la venta el jueves 17 de agosto.


El periodista y escritor Wayne Jamison, autor de 'La sombra del Fürher'

El 17 de agosto estrena La sombra del Führer. Su segundo libro y su primera novela…

Así es. Hace ya bastantes años escribí un trabajo periodístico en formato libro, y ahora esta novela. La verdad es que estoy encantado, porque el proceso se creación me ha resultado fascinante y, además, he escrito sobre lo que me ha dado la gana, como me ha dado la gana y cuando he querido. Esa sensación de libertad no tiene precio; resulta enormemente satisfactorio.


 -  Hitler y el misterio que rodea su muerte forman parte de la trama. La historia no es nueva, pero como periodista que es, seguro que ha buscado algo noticiable, algo novedoso con lo que captar la atención del lector…

Es difícil aportar algo que no se haya dicho ya sobre ese tema, efectivamente. Lo que he hecho es, tras muchos años leyendo sobre el tema, recopilar datos, informes y documentos que ponen en duda la versión oficial sobre la muerte de Hitler. Todo ello me ha servido de excusa para construir una trama, una aventura en la que los tres protagonistas -un periodista, una profesora y un alto cargo del Vaticano- se ven forzados a buscar la verdad tras la muerte de un amigo en extrañas circunstancias. Sucede que la verdad, en ocasiones, no es como nos quieren hacer creer.

 

-  ¿Por qué sigue fascinando tanto la figura de Adolf Hitler?

No creo que haya una sola razón. La pregunta, en cualquier caso, tiene difícil respuesta. Estamos ante un personaje que encarna la maldad absoluta, el ser más siniestro de la historia moderna, y eso siempre llama la atención. Es una persona que logró el poder de forma ‘democrática’, pero que después impuso un gobierno totalitario, y que fue capaz de manipular, hipnotizar a toda una nación, o a buena parte de ella para ser más exactos, y llevarla donde él quería. Hitler tenía un magnetismo del que resultaba difícil escapar. Muchos de los principios de la propaganda nazi se siguen estudiando y aplicando con éxito en el presente. Fue capaz de hacer creer a millones de personas que el mal era el bien, que lo que se hacía era necesario. Las historias que se centran en los conceptos del bien y el mal siempre atraen; son dos conceptos que, por raro que parezca, a veces se confunden entre sí. La línea que los separa a veces puede ser muy, muy delgada. Y este es uno de esos casos, porque la mayoría de los ciudadanos alemanes se creyeron de verdad que Hitler encarnaba el bien, era una especie de héroe capaz de devolverles la gloria que habían perdido tras la primera guerra mundial. ¿Les culpamos por ello? Era, en definitiva, una especie de mesías que les decía lo que querían oír. Y ojo, que no difiere demasiado de lo que está sucediendo actualmente en bastantes países.

No sé, quizá tenga razón ese periodista que en 1982 afirmó en el New York Times que ‘Hitler siempre tuvo carisma, ¿quién podría negárselo a su fantasma?’. A su fantasma o lo que sea que hubiese tras el 30 de abril de 1945. En cualquier caso, lo que está claro es que, más que cualquier otra figura en la historia contemporánea, Hitler y las atrocidades que cometió, la indiferencia con la que el mundo asistió a ello, y el mito de su supervivencia nos enseñan cosas no solo de un hombre, sino sobre nosotros mismos. Esto último lo dijo el historiador Donald M. Mckale y estoy totalmente de acuerdo, pese a que él sostiene que Hitler sí se suicidó.

 

-  Jerez, Cádiz, Roma, Zahora, el Faro de Trafalgar, la playa de los Alemanes, Bariloche… Parece que la historia no va a vivir sólo de la posible huida del Führer a Argentina.

No, ni mucho menos. La novela transcurre en dos tiempos narrativos diferentes que acaban convergiendo. Uno parte en 1946 (o 1945, según se mire) y el otro en 2017. Respecto a lo de los escenarios, muchos de ellos están muy relacionados con nazis que huyeron tras caer en la segunda guerra mundial, utilizando la denominada Ruta de las Ratas o de los Monasterios, con la colaboración de diferentes gobiernos afines, de Cruz Roja y hasta del mismísimo Vaticano. Muchos llegaron a España para instalarse, por ejemplo, en la playa de los Alemanes, o de paso para huir en submarinos a Suramérica, principalmente Argentina y la región de Bariloche.

 

-  La provincia de Cádiz es una zona con un gran poder de atracción para el pueblo alemán…

Efectivamente. Durante la guerra les interesaba tener controlado el Estrecho. Luego, tal como he comentado antes, muchos nazis huyeron tras la derrota y se asentaron en la playa de los Alemanes, en Zahara. También consta presencia nazi en otros puntos de la provincia. Algunos pueden resultar sorprendentes, pero permitidme que, de momento, no diga más al respecto. Quién sabe si hay material para otro trabajo.

 

No faltan localizaciones próximas a su tierra ni la figura de un periodista. ¿Cuánto de Wayne Jamison hay en la obra?

Hay un poco de Wayne Jamison, claro. Y en más de un personaje. Supongo que es inevitable. Pero también de otras personas, de mi entorno o, incluso, de desconocidos que veo en un bar, me fijo en ellos y empiezo a montarme una película sobre sus vidas en función de gestos o reacciones que tengan.

 

La novela tiene un componente de ficción, pero teje la historia sobre documentos e informes que incluye en el libro…

Sí, hay referencia a bastantes documentos. Incluso alguno del FBI que demuestra que los americanos estuvieron siguiendo la pista de Hitler tras la segunda guerra mundial en Argentina. Incluso en España. En este último caso, se me viene ahora a la memoria uno fechado en mayo de 1947, sino me equivoco. Luego tenemos la contrastada presencia de Skorzeny en España durante tantos años, una figura inquietante, que se hizo famosa por su participación en la operación de rescate de Mussolini, un mito del nazismo que jugó un papel determinante en la partida que jugaban en la posguerra diferentes servicios secretos en este país.

 

-  ¿Qué pretende con esta obra? ¿Con qué se sentiría satisfecho?

Mi objetivo principal ya se ha cumplido. Creo que a quienes nos gusta escribir de verdad lo que más nos atrae es el proceso de creación. Ese camino es el que a mí me gusta. Luego al lugar que me lleve es secundario. Hombre, todos aspiramos a que nos lean y que guste, pero eso no puede, nunca, condicionar, el proceso de creación. Yo me he divertido y he escrito sobre algo que me guste e interesa, más no puedo pedir.

 

Póngase en situación: Hitler no murió y tras leer su libro tiene la ocasión de hablar con él, entrevistarlo…

Me encantaría. Como periodista, siempre me ha gustado entrevistar a los personajes extremos, a personalidades complejas...

 

Finalmente, diga en tres palabras por qué hay que leer La sombra del Fürher.

No me gusta ser yo quien diga por qué han de leer mi novela. Prefiero que la lea quien le apetezca hacerlo. Leer debe ser un ejercicio que se realice siempre en libertad. Y puede haber tantas motivaciones distintas para hacerlo como personas en el mundo. Lo que sí puedo decir es que los que ya la han leído coinciden, curiosamente, en una palabra al definir ‘La sombra del Führer’: engancha.

Wayne Jamison, nacido en Rota y afincado en Jerez, es licenciado en Ciencias de la Información, máster en Periodismo y en Comunicación Política y Empresarial y doctorando en Ética y Deontología Profesional. Contar historias es su pasión. Comenzó a ejercer el periodismo a los 18 años en el diario ABC (Madrid). También ha pasado por las redacciones de Diari de Tarragona, La Gaceta de Salamanca y La Voz (Vocento). Socio fundador del diario digital Reporteros Jerez, ha colaborado también en diferentes radios, televisiones y revistas. La sombra del Führer es su segundo libro y su primera novela.


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¿Un libro de la infancia?

De niño era mucho de tebeos. Recuerdo que cuando mis padres me daban la paga los sábados, lo primero que hacía era ir a comprarme tebeos de Mortadelo, Zipi y Zape… Luego vinieron Los Cinco.

¿Su libro favorito? ¿Y un autor?

Difícil elegir un solo libro, pero me quedo con Madame Bovary, de Gustave Flaubert. Lo del autor lo tengo más claro: Felipe Benítez Reyes. Me parece un escritor sublime.

¿Un libro por escribir?

Tantos. Tengo varios en mente, y estoy ya trabajando en dos a la vez. Una locura, pero en este caso es posible hacerlo sin perder del todo la cordura.

Por: Antonino Otrebla
Fecha: 10-08-2017