¿Cuántos libros lees cada año? Igual no te has parado a contarlos, simplemente no has caído en la cuenta de sumarlo o puede que odies las estadísticas (para eso te gustas las letras, como diría el tópico) y no sepas cuántos libros lees cada año. ¿Y si este año te pones un objetivo y pruebas a alcanzarlo?

El placer de leer va mucho más allá de superar retos en forma de números, pero tal vez no sea mala marcarse una cifra que ayude a superar momentos de debilidad. Si tienes el hábito de la lectura, no tendrás problema alguno, pero hay personas a las que la falta de tiempo, la pereza, el sueño a la hora de sentarse en el sofá a última hora del día o la poderosa influencia del teléfono móvil, le resta el poder disfrutar como quisiera de la lectura. 

52 libros al año: ¿un reto factible?

Leer un libro por cada semana del año puede ser una buena marca personal. ¡Eso es muy poco para mí! A buen seguro, habrá quien considere tal cifra una broma. Más allá de las opiniones que puedan tenerse, el simple hecho de establecer un número que alcanzar es ya un gran logro para quien tiene dificultades (sean cuales sean) a la hora de sacar tiempo para la lectura. 

Sí, porque, a priori, disponer de siete días para consumir las páginas de una obra puede parecer más que suficiente. Pero la cuestión no es pasar por ellas como si del correcaminos huyendo del coyote se tratara, sino de poder saborearlas como merece cada creación. 

Después de todo, la lectura es una actividad que se hace por placer, para disfrutar del libro elegido al máximo, por lo que no tiene sentido querer participar en una prueba de velocidad de 100 metros lisos cuando puede optarse por una carrera de medio fondo en la que poder sentir más y mejor. 

Además, puede darse el caso de que en ocasiones tengamos que hacer frente a una carrera de obstáculos para poder sacar tiempo de calidad para adentrarnos en las historias que hay detrás de cada ejemplar como merecen las personas que la crearon. 

Cómo conseguir el objetivo marcado

Aunque al final esta serie de pautas tendrá que adaptarse a cada persona, tener unas referencias pueden contribuir a conseguir el propósito establecido. ¿Qué puede ayudarnos entonces a conseguir leer 52 libros al año?

Elige un número factible

Incidimos de nuevo en esta idea, pero es que es fundamental fijar un reto realizable, para evitar luego rendirse a las primeras de cambio en ese camino que vas a iniciar. El número de 52 libros, uno por cada semana del año, entendemos que es algo a la mano de cualquier persona con algo de disciplina y amor por la lectura. 

Busca tiempo para leer

El trabajo, las tareas del hogar, las responsabilidades y compromisos familiares, el deporte, el resto de actividades de ocio y esparcimiento... Hay infinidad de obstáculos que podemos encontrar en este viaje, si así lo queremos. Todo depende de ti. Si quieres sacar algo de tiempo para leer con tranquilidad, a buen seguro que lo lograrás. ¿Acaso no es posible conseguir una hora o al menos 30 minutos para ti? 

Aléjate de las pantallas

El portátil con el que te sientas en el sofá o en la cama, el teléfono móvil que te acompaña hasta justo antes de dormir, la tableta donde tienes esos juegos que son un pasatiempo (o un consumidor de tiempo, lo más apreciado que tenemos) o incluso la televisión, que lejos de ser una vía para ver buen cine, acaba inundándonos con problemas y programas superficiales sobre la vida de gente que ni conocemos ni nos importa... ¡Apuesta por un apagón de pantallas a diario! A una hora determinada, apaga, desconecta o silencia todo. ¡Es tiempo para dejarte llevar por algún libro!

No te desesperes: la media es la media

Cuando un libro te lleve a quedarte en sus páginas más de siete días, no creas que es el fin del mundo. Como sabes si lees habitualmente, en ocasiones hay obras que no son tan ágiles y cuyas páginas tardan más en voltearse. Depende mucho del estilo de escritura, de la historia, de la temática y de nuestro estado de ánimo y ganas, también, todo hay que decirlo. Por eso, si un libro te lleva más tiempo, no creas que estás dejando a un lado el reto, porque habrá otros casos en los que leas la historia en cuestión en un visto y no visto. ¿A que te ha pasado esto de lo que hablamos?

Aprende a pasar página

Hay ocasiones en las que un libro no te engancha. No es el fin del mundo. ¡A quién no le ha ocurrido alguna vez! Quizás te llamó la atención un título, una firma o simplemente recibiste un regalo que no terminó de conectar contigo. No importa. Como ocurre en tu día a día, en ocasiones hay que saber decir basta, que no; no siempre hay que decir sí a todo en todo momento. Por eso, si un libro se te atraganta, aprende a pasar página. Apárcalo, pospón su lectura, dile hasta luego o, incluso, adiós. 

¿Estás ya con todo listo para alcanzar la meta? Lo bueno que tiene todo esto es que el periodo de tiempo lo marcas tú, así que puedes comenzar cuando lo desees. Si optas por hacerlo en un año natural, perfecto. Si ya es tarde para ti y eliges intentarlo de fecha a fecha, adelante también. Eso sí, anótalo en algún sitio, porque no queremos que te hagas trampas jugando al solitario. ¡Suerte y al libro! ¡Buenas lecturas!