La cicatrizada escritura de la vida

El diario de una niña escrito con las cicatrices de la vida. Memoria por correspondencia (Libros del Asteroide), de Emma Reyes (1919-2003) es el libro que recoge las 23 cartas que la pintora colombiana le envió a Germán de Arciniegas (escritor y político colombiano, 1930-1999) entre 1969 y 1967.

La escritora Leila Guerriero recoge a la perfección en el prólogo la esencia de esta obra: "A pesar de que Memoria por correspondencia es la historia de una desgracia, está lejos de ser un libro plañidero y parece, más bien, el libro de alguien con un altísimo sentido del humor. O, si se prefiere, de alguien que ha sabido pasar el sentido trágico de la vida por el tamiz adecuado -el de la literatura- para transformarlo en el regocijo trágico de la prosa. O algo así".

Y es que, aunque la vida de Emma Reyes no fue precisamente fácil, la autora minimiza con sus letras las miserias pasadas y acentúa con fuerza y vitalidad el valor de la existencia. Con una escritura cargada de humanidad, Reyes recorre los pasajes más oscuros de su vida: su paso por un convento, las agresiones, desprecios e insultos recibido; y el vacío de su infancia.

Sus sentimientos, sin pretensiones de hacer de su vida un drama, quedan reflejados en las epístolas que mandó a un Arciniegas que fue el encargado de publicar las cartas tras la muerte de Emma. Este libro se publicó por primera vez en su país natal en 2012 y tal como expone Gabriela Arciniegas, los derechos del mismo van destinados -siguiendo la voluntad que Emma siempre expresó- a la Fundación Hogar San Mauricio de Colombia.

"Sor Carmelita, la única santa que he conocido, era la que dirigía el taller de bordados.  Tenía manos de ángel, todo lo que ella hacía era perfecto. No había un problema que ella no pudiera solucionar, era ella quien inventaba los dibujos y los calcaba sobre las telas" confiesa Reyes en una de sus cartas a Germán.

Lo mismo que hacía Sor Camelita es lo que hace la autora en este libro: se inventa dibujos literarios para alejar fantasmas y los calca sobre telas de papel.

Por: Natalia Huel
Fecha: 13-06-2015