¿Se puede condenar a alguien si no hay cadáver ni confesión?

¿Es posible condenar a alguien por un crimen si no hay cadáver ni confesión? ¿Cómo se puede mandar a prisión a un presunto asesino si no hay pruebas biológicas ni nadie que pueda aportar datos reales sobre lo ocurrido? Fàtima Llambrich demuestra que es posible en Sin cadáver (Now Books), un libro que atrapará al lector con la profunda investigación criminal sobre un caso en el que no han aparecido las víctimas. 

La historia es real y tiene como protagonista a Ramón Laso, condenado a 30 años de prisión por matar a su esposa y su cuñado, cuyos cuerpos no han aparecido y no hay una certeza de que estén muertos. No apareció ningún arma del crimen y el condenado sigue defendiendo su inocencia. 

Sin cadáver es un intenso relato que sorprenderá por la capacidad de la autora de novelar las conversaciones y entrevistas que mantuvo con Laso. Con pluma de bisturí, Llambrich analiza desde un punto imparcial los acontecimientos para que sea el propio lector el encargado de extraer las consecuencias y tener su propio veredicto final. 

La autora, como confiesa al inicio de la obra, se ha encargado de “preguntar y contrastar para poder depurar de mentiras, las verdades, y poder extraer la verdad, de las mentiras. No creas que siempre hay una voluntad de engañar, pero la memoria es traidora y se contamina. He andado por su presente, pero también he escarbado en su pasado. El cuerpo del delito tal vez te dejará turbado el estado de ánimo, pero no pretendas encontrar emociones y sentimientos donde no los hay”.

Sin cadáver es un thriller en toda regla al que no le falta de nada. La autora, además de de los 50 encuentros que mantuvo en prisión con Laso, también basa su relato en El cuaderno azul, el diario personal escrito por el condenado en la cárcel. 

Llambrich dibuja el perfil del homicida -ella nunca lo define como tal al mantenerse neutral- y detalla toda la investigación llevada a cabo por la Unidad Central de Personas Desaparecidas de los Mossos. Periodismo en estado puro en un libro que no dejará indiferente a un lector que quedará conmocionado -si no lo conocía previamente- con unos hechos que la autora expone a mediación del libro.
Por: Manuel Muñoz
Fecha: 01-03-2017