Sońka, una novela tan hermosa como dramática

Amor, muerte y dolor en un juego literario escrito por Ignacy Karpowicz

La vida es puro teatro. Circunstancias. Situaciones como las narradas en Sońka (Rayo Verde Editorial). Un buen día, Igor, un director de teatro polaco, acaba encontrándose con una anciana que vive sola junto a una vaca. Ella, Sońka, le contará una historia que amor que vivió con un oficial de las SS en los años de la invasión nazi. 

Nos encontramos con una novela convertida en obra de teatro. Con capítulos cortos, una prosa notable y una gran ironía. Sońka es tan hermosa como dramática. La historia de Sońka es Igor. Y viceversa. 

Estamos en la tierra de un Dios, pensó, que a lo mejor es pequeñito, pero yo me conforma con poca cosa

Sońka

¿Dónde están los límites entre lo que se vivió y cómo se ha contado? El autor polaco Ignacy Karpowicz (en la imagen) juega con esto a la hora de transformar un hecho histórico en literatura. Un juego  en el que caerá el lector para formar parte como espectador de esta obra sobre el gran teatro que es la vida y sus circunstancias. 

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Así comienza...

“Hace mucho, mucho tiempo… Así comenzaba Sońka ciertas frases en las que no aparecían ni vacas, ni gallinas, ni cerdos; ni fiestas, ni pan, ni impuestos; ni siegas de heno, ni recolecciones de patatas, ni granizadas. Así comenzaban frases que se le atascaban en la garganta o se detenían en sus lisas encías, desdentadas, para deslizarse de nuevo hacia el interior de su cuerpo, hasta los pulmones, el corazón y el polvo arremolinado entre sus viejos y desgastados órganos. Sin embargo, después de «hace mucho, mucho tiempo…», a veces las palabras superaban los obstáculos, atravesaban el tejido de la carne y del tiempo, resonaba hasta la  última de sus sílabas y solo entonces volvían a penetrar en el cuerpo: viajaban a través de los oídos hasta el cerebro, donde se hacían un hueco y esperaban a que el sueño destentara los sucesos aciagos, a que disparara los problemas”. 



Por: J. Berto
Fecha: 13-04-2020