Un libro para amantes del circo: El vértigo del trapecista

Azuar Romero es el autor de un relato conmovedor del ocaso de un oficio y un mundo perdido

Un libro para los amantes del circo, para quienes disfrutaron con sus artistas, para todos aquellos lectores que guarden en su memoria recuerdos de un oficio y un mundo casi perdido. Al viejo circo Salerno nos llevará Azuar Romero en El vértigo del trapecista (Drácena Ediciones), su primera novela publicada. 

¿No estaría mucho más orgulloso de verle ocupar su puesto de domador que de matar al oso por comportarse como lo que es, un animal salvaje?

El vértigo del trapecista

Mateo Salerno, hijo y nieto de artistas circenses, es el protagonista de la historia. Es el último de la saga y lleva ya años alejados del mundo del circo. Pero un buen día se dispone a recopilar las historias que se vivieron a lo largo de los cien años de historia del circo familiar. 

A través de revistas, cartas, recortes de prensa, fotografías y su propia manera, Mateo devuelve a la vida las imágenes de un oficio que ya no es lo que era. 

El viejo circo como estrella principal de un libro narrado a un buen ritmo, con un estilo muy natural y con unas voces que le dan frescura al texto. 

Así comienza...

En el lenguaje del circo se dice que "hace la puerta aquel artista que se sitúa junto a la entrada antes de cada función, como reclamo para atraer espectadores a las gradas. Durante años he encontrado pretextos para eludir ese papel, pero parece que al fin ha llegado mi turno. Así que déjenme desempolvar las viejas mazas, enfundarme el traje si aún me entra, y los invito a presenciar el mayor espectáculo del mundo. Pasen, por favor. Pasen y vean, distinguido público. Nos complace ofrecer los más grandes artistas, los números más increíbles, lo nunca visto. Lo nunca visto...

Los invito a presenciar una función exclusiva, damas y caballeros. Quizá la última función del Salerno. El viejo circo. Un circo familiar. Humilde, pero centenario. El circo de mi padre, de mis antepasados. El circo que fundó mi tatarabuelo, el hijo del ebanista que se escapó de casa para enrolarse en la troupe del lengendario Chiarini.

Por: Luis Galindo
Fecha: 31-03-2022