Una puerta al futuro: el texto teatral que enseña a los niños a pensar el mañana jugando

Nacho Ortega Mercader invita a los lectores más jóvenes a mirar hacia adelante y a preguntarse cómo será el mundo del mañana en Una puerta al futuro, una obra que propone un viaje a través de la imaginación de cuatro amigos –Jota, Lola, Rubén y Evelyn– que buscan en su colegio una misteriosa puerta capaz de transportarlos al futuro. En esa búsqueda, los protagonistas descubren la importancia del trabajo en equipo, la amistad y la curiosidad, mientras aprenden a resolver conflictos mediante el diálogo y la cooperación.

Con un tono ágil y un lenguaje cercano, el autor logra que la fantasía funcione como un espejo de la realidad. En el camino aparecen robots, zombis y extraterrestres, pero también reflexiones sobre el medioambiente, la diversidad y la convivencia. La obra se convierte así en un viaje educativo y lúdico, que combina entretenimiento con contenido formativo sin caer en moralismos.

Un puente entre teatro y aprendizaje

El texto mezcla los géneros de fantasía, aventura y comedia, pero su verdadera originalidad reside en la manera en que usa el teatro como herramienta pedagógica. Cada escena invita a pensar, a imaginar y a construir colectivamente. La historia estimula la creatividad y favorece el desarrollo emocional de los lectores, acercando el arte dramático a las aulas y a las familias. La obra no solo enseña valores, sino que demuestra que el teatro puede ser un vehículo eficaz para aprender jugando.

Las ilustraciones a color aportan dinamismo y ayudan a que los más pequeños se adentren en la historia. Además, las acotaciones diferenciadas por tonos facilitan la comprensión del texto teatral, algo especialmente útil para quienes se acercan por primera vez al género. Esta estructura clara y visual convierte el libro en una herramienta ideal para trabajar en el aula o para organizar pequeñas representaciones escolares.

Al final del libro, el autor incluye un contenido extra con indicaciones sobre escenografía y vestuario, pensado para quienes deseen llevar la historia al escenario. Este añadido convierte la obra en una experiencia completa, capaz de unir lectura, juego y representación. No se trata solo de leer, sino de vivir el teatro desde dentro.

Una puerta al futuro aborda temas universales con un lenguaje accesible: la aceptación de la diversidad, la autoestima, el respeto a la naturaleza y la superación de las dificultades. Cada uno de estos valores aparece integrado en la trama, sin artificios ni lecciones explícitas, lo que otorga al texto un tono natural y cercano. La historia invita a reflexionar sobre el futuro, pero también sobre el presente, sobre cómo las decisiones cotidianas construyen el mundo que heredarán las próximas generaciones.

Con un estilo directo y ameno, Nacho Ortega logra que el lector se sienta parte de la aventura. La narración mantiene un equilibrio entre diversión y aprendizaje, ofreciendo momentos de humor, emoción y sorpresa. El resultado es una obra que encantará a los niños por su ritmo y fantasía, y que emocionará a los adultos por su mirada nostálgica hacia la infancia y la imaginación perdida.