La llave de la corrupción

Paz Castelló firma un apasionante thriller donde la ambición y el poder compiten con el suspense

Dinero, ambición, poder y política son algunos de los ingredientes de La llave 104 (Umbriel), un apasionante thriller escrito por la escritora alicantina Paz Castelló. Virginia Rives, una joven y atractiva mujer, es la protagonista de una historia que nos atrapará desde las primeras páginas. Tras conocer algo más sobre la dura infancia de Virginia nos adentraremos en sus ambiciones y deseos de poder. A pesar de su falta de escrúpulos, en muchos momentos empatizaremos con un personaje muy bien construido. 

A la autora (en la imagen) hemos tenido la suerte de conocerla en Más Leer gracias a dos de sus novelas: Mi nombre escrito en la puerta de un váter -una obra sobre negros literarios y famosos sin escrúpulos- y Dieciocho meses y un día, un libro que aborda sin ningún tipo de sensacionalismos el complicado tema de los malos tratos. 

Cuando no le quedaba más remedio que acudir al pueblo, vestía ropa ancha, vestidos flojos aprovechando que ya era verano. Sus pechos duplicaron su tamaño y le dolían. Odiaba su cuerpo y quiso morir millones de veces

La llave 104

En La Llave 104, Paz nos traslada a un pueblo de la costa levantina en el que la corrupción forma parte del día a día. Mucho dinero, descontroladas ambiciones y bajos fondos políticos recorren este relato donde también hay lugar para el suspense. Con un ritmo notable y una gran capacidad narrativa, la novela nos mostrará a una protagonista con mucha fuerza, carisma y personalidad. Y su historia, desde la Extremadura profunda hasta la maltratada -por la corrupción- costa levantina, nos hará reflexionar sobre los valores éticos y morales del ser humano. 

Así comienza...

"Me llamo Carmen Expósito y he robado la identidad de una niña fallecida hace cuarenta y cuatro años. En realidad yo no soy la verdadera Carmen Expósito, aunque ella, de no haber muerto de niña, tendrá ahora la misma edad que yo, cuarenta y ocho años. Carmen es el nombre que adopté hace unos meses, otro yo, un nuevo nombre, el nombre de una muerta para poder continuar viviendo. Mi historia es difícil de contar, tal vez es demasiado compleja o a lo mejor es tan simple que, de pura sencillez, no sé por dónde empezar. Sea como fuere, ahora me levanto cada mañana en un lugar extraño, lejos del pueblo que me vio nacer, a mu caos kilómetros de mi tierra, entre montañas, escondida en una aldea de los Pirineos franceses, intentando ser quien no soy, aterrada ante la posibilidad de que me encuentre la persona de la que estoy huyendo simplemente por saber la verdad, una verdad que la destruiría...".  

Por: Luis Galindo
Fecha: 03-06-2019