El Puma, el thriller más salvaje de Alberto Val: una mirada a la oscuridad humana

Una novela negra que mezcla misterio, violencia y redención en una historia donde nadie escapa de su propia sombra

Con El Puma (Destino), Alberto Val firma una novela de ritmo intenso, marcada por la violencia y el dolor de la culpa. La historia se inicia con una escena de secuestro y tortura que anuncia el tono del libro: oscuro, visceral y dominado por un mal que parece latir en cada página. El autor introduce así a un personaje que encarna el terror —un hombre enmascarado con la figura de un puma— y que será el eje de una trama donde las heridas del pasado resurgen con la fuerza de un rugido.

La narración transcurre entre Tenerife y los recuerdos de sus protagonistas, en un relato coral que combina la intriga policial con el drama psicológico. La inspectora Guiomar Aguilera, figura recurrente en la obra de Val, vuelve al frente de una investigación que mezcla corrupción, crimen y redención. Desde las primeras páginas, el lector se ve inmerso en un universo en el que la línea entre víctima y verdugo se desdibuja por completo.

Un thriller donde la oscuridad tiene rostro humano

El autor estructura la novela en varias partes que avanzan con precisión cinematográfica. Cada capítulo revela nuevas capas de una historia que conecta el presente con un pasado de violencia y secretos familiares. El Puma se mueve con soltura entre el thriller criminal y la novela psicológica, explorando la mente de quienes conviven con la culpa. La figura del asesino no es solo un monstruo físico, sino el reflejo de un mal que habita dentro de todos.

El estilo de Alberto Val combina una prosa directa con una atmósfera cargada de tensión. Su lenguaje es visual, casi fílmico, pero mantiene la profundidad emocional de un autor que conoce bien las zonas oscuras del alma. 

Las escenas de acción se equilibran con momentos de introspección, en los que los personajes se enfrentan a la pérdida, el miedo y la necesidad de redimirse.

Una novela negra con trasfondo moral y humano

El Puma destaca también por su construcción de personajes. La inspectora Aguilera emerge como una mujer fuerte y vulnerable, marcada por sus experiencias pasadas, mientras que el asesino encarna la perversión del poder y la venganza. La trama se amplía hacia el mundo del tráfico de animales exóticos, un escenario que añade una capa simbólica a la historia: la lucha entre la naturaleza salvaje y la corrupción humana.

A través de su estructura dividida en tres partes, el autor logra mantener la tensión narrativa hasta el final. Cada revelación conduce a una verdad más incómoda, y el lector comprende que la violencia no siempre se ejerce con armas, sino también con silencios y recuerdos. La novela, más que resolver un crimen, disecciona la condición humana y muestra cómo incluso los personajes más luminosos esconden sus propias sombras.

Val demuestra en El Puma una gran capacidad para combinar la crudeza de los hechos con la emoción de sus protagonistas, convirtiendo esta historia en una lectura que atrapa y sacude por igual. Más allá de la trama, lo que perdura es la sensación de haber mirado de frente al abismo.

Por: J. Berto
Fecha: 17-10-2025