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La conspiración de los cocodrilos

Germán Fonteseca es el autor de una novela con un ritmo muy televisivo que trata temas muy actuales sobre los círculos de poder, los medios de comunicación y la Iglesia

Si La conspiración de los cocodrilos llevase impreso en su cubierto el sello de una editorial importante estaríamos hablando de un libro que se movería con facilidad en el mercado literario porque guarda en sus páginas una historia actual muy potente. Sería una novela a tener muy en cuenta, pero como está fuera de los círculos de influencia que mueven y colocan los libros en las listas de los más vendidos es mucho más complicado que se pueda dar a conocer.

De círculos, precisamente, trata esta novela obra del periodista y escritor Germán Fonteseca (en la imagen firmando ejemplares de su último libro). Los círculos de los que mandan en el mundo son los que atrapan al protagonista de la historia, Colin Byrne, un economista que denuncia en un libro los abusos de los poderosos. ¿Es posible enfrentarse al poder establecido? ¿Qué consecuencias pueden acarrear apuntar con el dedo a los amos del Primer Mundo? 

Dystopie Économique está escrito para despertar la conciencia del pueblo, de unos ciudadanos acomodados y acobardados que estamos permitiendo que nos roben, no solo la cartera, cosa que vienen haciendo desde siempre, sino también la democracia, algo en lo que llevan trabajando muy poco tiempo pero a ritmo acelerado

La conspiración de los cocodrilos

Fonteseca, que además de autor es también editor de su novela bajo el sello editorial (Voy por libre) que ha creado para darle vida a sus obras sin caer en las fauces de esa parte del sector editorial que intenta hincarle los colmillos a los autores, firma una historia en la que bien podría fijarse Netflix para una de sus historias. 

Y es que La conspiración de los cocodrilos transcurre de manera frenética. Acción, conspiraciones y tráfico de influencias se dan la mano en una obra que trata temas muy actuales desde el punto de vista económico, político y social. Todo ello sin olvidarnos de los hilos que mueve la Iglesia, que tiene un papel muy importante en este thriller junto a esos medios de comunicación que están al servicio de los poderosos.

Ya el autor aprobó con nota en su estreno en la ficción con Mariposas Negras, una novela de poder y ambiciones descontroladas con la España olvidada de fondo. En La conspiración de los cocodrilos, Fonteseca vuelve a demostrar un gran talento narrativo para dar vida a una historia bien estructurada, con una documentación muy cuidada y unos personajes perfectamente perfilados. Una lectura entretenida, contada de manera directa, que atrapará al lector hasta el final. Muy recomendable. Lástima que esta novela no tenga el lugar que merece.

La conspiración de los cocodrilos

-Te lo explico con un ejemplo. Un comerciante del siglo XIX no podía engañar a sus clientes porque los perdía y con ellos terminaba con su fuente de ingresos. Un industrial del siglo XX no podía fabricar productos defectuosos porque igualmente perdía a sus compradores... Un banquero del siglo XXI sí engaña a sus clientes, les vende productos que eufemísticamente llamamos tóxicos, les hace perder todos los ahorros de su vida y se queda tan pancho. Les da igual que sean familias con hijos, ancianos octogenarios o jóvenes emprendedores. Les engañan, les mienten y les roban todo su dinero... y no pasa nada.  Hoy en día la fuente de ingresos sustanciosos y rápidos es la especulación a costa de las personas del medio ambiente, de todo...

-¡Joder! ¡Son buitres!

-No. No son buitres. Los buitres son animales carroñeros; no matan, salvo en contadísimas ocasiones. ¡Son cocodrilos! Son como esos grandes reptiles que viven en regiones tropicales de África, Asia, América y Australia. Se lanzan a por cualquier bicho viviente que se meta en el río. Recuerda cómo se comportan mientras miles de ñ us cruzan el río Mara, en el Parque Nacional del Serengeti, en Tanzania; o en la Reserva Masai Mara, en Kenia, se abalanzan sobre todo lo que pase a su lado provocando el pánico en la manada. Matan a muchos, los demás se ahogan. Mueren por miles entre los ataques y los ahogados. Así, como cocodrilos, se están comportando los bancos con las personas. Arruinando a muchos, sembrando el pánico en todos. Los bancos son nuestros cocodrilos....

-¡Joder! ¡Es la conspiración de los cocodrilos! No había pensado una cosa así. Jamás se me hubiera ocurrido. 

Por: R. Guerrero
Fecha: 10-10-2019