Los besos secos, una novela sobre el dolor de la ausencia

Rosario López construye una historia con una voz narrativa que se clava en el alma

Gracias a Biblioteca Pública, el podcast de Radio Nacional de España que realiza Manuel Sollo —ojalá regrese pronto— y que tiene como auténticos protagonistas a los libros y a sus autores, tuvimos la oportunidad de conocer Los besos secos (Bala Perdida). Toda una suerte poder acercarnos a la prosa poética de Rosario López, autora de una extraordinaria novela sobre el (des) amor, la ausencia, la vida y la soledad. 

Con una voz narrativa con mucha fuerza, la novela es un suspiro eterno que se va clavando lentamente en el alma. Lucía es la protagonista, una mujer sevillana que a la espera de poder triunfar como actriz trabaja como camarera en un bar. Malasaña es el barrio en el que vive y el bar acaba siendo su perdición. Allí conoce a Alberto, el gallego al que espera mientras desespera, al que habla mientras trata de curarse las heridas de ese amor que ya no es. 

Los sueños son una enfermedad crónica. Ya podría ser venérea, habértela contagiado, que se fuera de mí y fueras tú el que hace colas infinitas para nada. Quiero cuidados paliativos

Los besos secos

Deshacer el amor después de hacerlo

Y con el adiós al amado, la soledad comparte colchón con el dolor por la ausencia. Con una forma de contar especial, con un estilo diferente, Rosario López (en la imagen) nos regala en Los besos secos infinidad de momentos poéticos, de pasajes que nos harán volver sobre lo leído para disfrutar y sufrir junto a esas palabras que acarician los sentidos. «¿Cómo se deshace el amor después de hacerlo?».

Lo irregular del verbo querer, el dolor de lo perdido entre la memoria y cómo rellenar el vacío que dejan las ausencias forman parte de esta historia de reproches, de brújulas que buscan dirección y de recuerdos que pesan. Una mujer que se marchó de su tierra a la capital de España en busca de nuevas oportunidades, que vive de alquiler enfrentada a la precariedad laboral y a las preguntas sin respuestas. Una mujer que intenta reconstruirse con un monólogo con una fuerza tan mágica como melancólica. 

Por: Rubén Guerrero
Fecha: 28-12-2020