Volviendo a empezar, una novela con la que nos sentiremos identificados

Pere Mir Pardo escribe una historia cercana sobre las cosas cotidianas del día a día

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Volviendo a empezar (NPQ Editores) no es un libro de autoayuda, aunque su lectura nos acerque al intento de cambio de vida, a la lucha por tomar las riendas de un nuevo rumbo para empezar desde cero. Es una historia cercana, del día a día, con personajes que podemos identificar en nuestra rutina habitual. Un retrato sobre las cosas cotidianas que lleva la firma de Pere Mir Pardo

De sencilla lectura, repleta de diálogos y abierta a las emociones. Una lectura en la que podemos mirarnos y vernos reflejados. Un cara a cara con la realidad de la vida, sin estridencias, desde un prisma próximo a cualquier persona. Todos, a veces, nos hemos enfrentado a ese volver a empezar de la historia de Victor, el protagonista de la novela. 

Ambos necesitaban esa evasión para olvidarse de todo Después del verano maravilloso que habían vivido juntos, les tocó volver a la rutina de golpe

Volviendo a empezar

Víctor es buena gente, por lo menos así se considera él. Va por la vida con buenas intenciones, aunque a veces no se encuentre con respuestas recípocras. Al terminar la carrera, se enfrenta a la realidad del mundo laboral. Toca buscar trabajo. Esta es la parte inicial de una novela que invita a pensar, a la reflexión, con unas conversaciones que se enfrentan, con unas ideas que luchan desde polos opuestos. 

Una lectura amena, con circunstancias similares a las que nos hemos podido enfrentar. Una narración directa y sincera, con la amistad como uno de los temas protagonistas junto a nuestros entornos familiares. 

Así comienza...

Aitana se encontraba en la gloria. No recordaba una sensación tan placentera en esa casa, esa que hacía unos meses a la que ya no llamaba "su" casa. Seguía compartiendo la hipoteca con Pepe, eso sí, ese asunto estaba pendiente de solucionar, pero moralmente para ella ya no era su casa. 

Lo de buscarle solución, estaremos de acuerdo que ya de por sí no es un asunto sencillo de gestionar, pero lo que más lo complicaba en su caso era que durante meses, cada uno de los implicados quiso arreglarlo a su manera. Y sí, ambos lo tenían bastante claro. Pepe sabía que un reencuentro sería la solución definitiva a los problemas de pareja que arrastraron durante años (por supuesto él ya había aprendido la lección y sabía qué necesitaban ambos, o eso creía él), mientras que Aitana tenía clarísimo que no había vuelta atrás, y la solución pasaba por un entendimiento amistoso y la repartición de los bienes en común. 


Por: María Vila
Fecha: 25-04-2022