Vuelve Fernando Aramburu con El niño, una novela desgarradora e inolvidable
El escritor vasco aborda una tragedia que tuvo lugar en 1980. Medio centenar de niños perdieron la vida
Fernando Aramburu tiene nueva novela. El 3 de abril saldrá a la venta El niño (Tusquets), basada en el accidente de Ortuella (Vizcaya) que en 1980 provocó la muerte de cincuenta niños. La novela parte de la vida devastada de los miembros de una familia y de sus intentos por sobreponerse a una experiencia lacerante. Una obra adictiva, conmovedora y de superación como solo Aramburu sabe contar. Una nueva historia memorable, llamada a convertirse en acontecimiento literario.
La tragedia de Ortuella ha ocupado desde que se produjo un lugar preferente en mi memoria. He perdido la cuenta de las veces que di vueltas a la idea de abordar aquel terrible suceso con ayuda de la literatura. El género de la novela me ofreció finalmente una forma de llevar a cabo el proyecto, siempre desde un respeto que constituyese un homenaje a las personas afectadas. Lo que he hecho ha sido reflejar aquel infortunio colectivo en un puñado de personajes. Cada uno de ellos lo vive a su manera. Cada uno desarrolla su particular estrategia vital para superarlo, si es que tal cosa es posible
Fernando AramburuLa sinopsis
Nicasio, ya jubilado, acostumbra subir los jueves al cementerio de Ortuella a visitar la tumba de su nieto. Es uno de los muchos niños fallecidos tras una explosión de gas en un colegio de aquella localidad, un accidente que sacudió al País Vasco y a toda España en 1980. Por las andanzas del abuelo, una figura que se agranda hasta hacerse imborrable, por el testimonio de la madre muchos años después, por la crónica objetiva de lo que le ocurrió a la familia, descubriremos cómo aquella tragedia lacerante y devastadora sacó a relucir aspectos inesperados y trastornó para siempre sus vidas. Con la maestría habitual de Aramburu, el lector se verá inmerso en una historia de emociones inesperadas, una exploración psicológica y literaria, con afilado bisturí, que lo mantendrá pegado al devenir de los protagonistas, un relato que alberga una densidad emocional tan alta que exige una lectura atenta, hasta la última línea, para entender, comprender, emocionarnos con el destino de sus personajes.