Un show americano con alma de libro

"Un país, dos semanas, ocho héroes americanos, aunque técnicamente el escuadrón Bravo no es nada. Ellos son la Compañía Bravo, segundo pelotón, primer escuadrón, estando dicho escuadrón formado por las escuadras alpha y bravo, pero el corresponsal de la Fox los bautizó como escuadrón Bravo y así es como lo han presentado al mundo. Ahora, al final de la gira, Billy se siente blando, ahíto, soñoliento, fatigado, pasado de revoluciones, y piensa en el principio de todo esto con una tristeza y una nostalgia cada vez mayores". 

Estados Unidos es el país en cuestión y Billy es el protagonista de un libro tan sugerente y provocador como la imagen de su cubierta. El eterno intermedio de Billy Lynn es el título en cuestión de una obra que lleva la firma de Ben Fountain. Un libro que, editado por Contra, contará con una adaptación cinematográfica que se estrenará el 27 de enero y que está dirigida por Ang Lee. 

Tan afilado como crítico, desternillante en ocasiones y con grandes dosis de ironía durante buena parte del relato, Fountain compone un magistral rompecabezas de la peculiar sociedad norteamericana. La política, el poder, los servicios militares y el sexo son algunas de las piezas que va encajando el autor a lo largo de la narración de esta atrevida sátira. 

El eterno intermedio de Billy Lynn retrata ese sentido del espectáculo tan especial de un país que convierte en marketing hasta la guerra. Soldados que se convierten en héroes, que son movidos por las altas esferas de la sociedad como estrellas televisivas. Billy Linn es uno de esos militares que, tras formar parte de la misión de Al Ansakar, regresa victorioso a Estados Unidos. La función ya está lista. Las panderetas y tambores son sustituidas por sensuales conejitas de Play Boy, bailes con Beyoncé y partidos de beisbol por todo lo alto. 

Sin entrar a valorar los últimos acontecimientos políticos en Estados Unidos, este libro a buen seguro que nos ayuda a entender un poco más los motivos de la victoria de Donald Trump. Y no porque el relato se adentre en análisis y reflexiones políticas, sino debido a esas pinceladas que va trazando Fountain sobre la sociedad americana. La burla al sistema es una constante en un título que también contiene muchos pasajes repletos de diversión. La historia es todo show y Billy está a punto de saltar a Hollywood. 

"Es tan real que parece falso: demasiado explícito, demasiado espectacular y cinematográfico, como una película de serie B que flirtea, desafiante o a la defensiva, con los límites referencias de lo kitsch. Uno se pregunta si no habría sido preferible un producto mejor acabado con una trama, una buena dosis de desarrollo de los personajes, iluminación artística y múltiples ángulos de cámara, además de una banda sonora que acentúe los momentos de clímax". 

 

Por: Luis Galindo
Fecha: 01-12-2016