A sangre y fuego, la crudeza de la Guerra Civil en la mirada de Chaves Nogales
Una reseña literaria del libro más estremecedor sobre la Guerra Civil española, donde Manuel Chaves Nogales narra el conflicto desde la humanidad, la imparcialidad y el dolor del exilio

A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España , que en esta ocasión se nos presenta con edición de Edaf y prólogo de Eva Orúe, es el testamento literario de Manuel Chaves Nogales, periodista sevillano exiliado en Francia en 1937. El libro reúne nueve relatos impactantes que reflejan la crudeza de la Guerra Civil española sin caer en maniqueísmos. Desde una posición ética y racional, Chaves escribe sobre las víctimas de ambos bandos con una prosa que combina precisión periodística y profundidad literaria. Esta obra representa una apuesta por la dignidad y la lucidez en medio del fanatismo.
El dolor de un narrador exiliado
Chaves Nogales abandonó España cuando percibió que el conflicto no ofrecía espacio para su visión liberal y democrática. Su prólogo, escrito desde un hotel en Montrouge, es un documento estremecedor que refleja su decepción con las dos Españas enfrentadas. Rechazó tanto al fascismo como al extremismo revolucionario, posicionándose en una tercera vía cada vez más marginal. El autor se enfrentó a la violencia desde la palabra y la razón, y eligió el exilio como único refugio de honestidad.

Los relatos de A sangre y fuego están construidos sobre hechos reales y personajes auténticos. La distancia emocional del narrador no reduce el impacto, sino que lo potencia. El lector asiste al absurdo de la violencia sin que se le dicten conclusiones. La fuerza del libro radica en su capacidad para retratar lo monstruoso sin adornos, y lo heroico sin exaltación. En su escritura se entrelazan la compasión y el rechazo al sectarismo, sin renunciar nunca al rigor.
Testimonio de una España rota
El libro no solo narra muertes y ruinas; retrata a una sociedad atrapada entre ideologías incompatibles. Figuras como Bigornia, el herrero anarquista, o Valero, el universitario comunista, encarnan las contradicciones del tiempo. La “quinta columna”, los fusilamientos arbitrarios y la violencia sistemática son tratados con una mirada implacable pero no deshumanizada. El autor dibuja a los verdugos con la misma complejidad que a las víctimas, lo que hace del texto un espejo trágico de su época.
La prosa de Chaves Nogales es ágil, limpia y directa. Sin caer en sentimentalismos, logra conmover y sacudir. La calidad narrativa del libro rivaliza con la mejor literatura del siglo XX, y su compromiso ético lo convierte en un documento indispensable. El periodista que quiso permanecer libre de todos los dogmas construye aquí una crónica que trasciende lo político para centrarse en lo humano.
El olvido al que fue relegado durante décadas contrasta con la relevancia de su mensaje hoy. A sangre y fuego es un recordatorio de lo que ocurre cuando la inteligencia cede ante el fanatismo. El autor no pretendió reconciliar a los bandos, sino reclamar la dignidad de quienes no quisieron convertirse ni en mártires ni en verdugos. Su mirada sigue siendo imprescindible para comprender no solo una guerra, sino la fragilidad de las sociedades que renuncian a la razón.