Mareas de magia, de Laura Gallego: dragones, secretos y adolescencia entre montañas

Mareas de magia, primer volumen de la nueva serie Cuatro Lunas de Laura Gallego, da inicio a una historia de aventuras, dragones y vínculos profundos entre dos jóvenes marcados por el destino. Editado por SM, el relato arranca con Milo, un cabrero solitario que conoce a Doria, una chica de familia noble con espíritu rebelde, durante una fiesta de la cosecha. Allí, escuchan una leyenda sobre un dragón dormido en el Pico Brumoso. Lo que parece una historia más del folclore local se convierte en un pacto inesperado entre ellos.

Con el paso del tiempo, Milo presencia algo imposible: una criatura alada y gigantesca emerge entre la niebla. A pesar de que nadie le cree, Doria mantiene viva la promesa de aquel encuentro infantil. A partir de ese momento, los dos jóvenes unen fuerzas para descubrir la verdad sobre el dragón, su guarida y las consecuencias que su aparición podría traer para el valle.

Dos mundos que colisionan en la cumbre de la fantasía

El contraste entre Milo y Doria es uno de los ejes de la narración. Él, criado en la montaña, acostumbrado a la dureza y el silencio; ella, inquieta, culta y decidida a desafiar el rol que se espera de ella. Su amistad, que va evolucionando hacia una relación más íntima, se forja en medio de la incertidumbre, el miedo y la magia. La autora combina con habilidad el tono aventurero con la sensibilidad emocional de los protagonistas.

Mientras vigilan el Pico Brumoso, los jóvenes comparten descubrimientos, cazan, dialogan sobre su lugar en el mundo y se enfrentan a lo desconocido. La amenaza del dragón se convierte en metáfora del paso a la madurez, de los cambios internos que viven ambos en un verano decisivo.

Magia antigua, elfos en la taberna y una caza inminente

El ritmo del relato se intensifica con la llegada de un grupo de forasteros: un elfo, un mago, un coloso, una mujer cazadora y un rastreador experimentado. Todos ellos se presentan en el pueblo con una sola misión: dar caza al dragón. Este giro añade tensión y multiplica las preguntas. ¿Realmente está la criatura amenazando al valle? ¿Quién decide si debe ser destruida?

La perspectiva se amplía sin perder de vista a Milo, que observa con inquietud cómo se transforma su mundo. La desconfianza, la incredulidad de los adultos y la ausencia repentina de Doria agitan aún más su conciencia. El relato evoluciona de la aventura íntima al conflicto colectivo, planteando dilemas éticos sobre la naturaleza de las criaturas mágicas y la necesidad de comprender antes de destruir.

Laura Gallego vuelve a construir un universo lleno de detalles, con una ambientación cuidada y personajes que respiran verdad. En Mareas de magia, la magia no se impone con estruendo, sino que brota como una corriente sutil bajo la realidad cotidiana. La autora invita a los lectores a mirar más allá de las apariencias, a escuchar las historias que se susurran en las montañas y a entender que crecer implica asumir riesgos.

La novela deja abiertos muchos caminos, entre ellos la relación con los Cazadores, la historia de Doria y el verdadero propósito del dragón. Todo apunta a una saga rica en desarrollo, con espacio para la emoción, el misterio y el compromiso con la fantasía como forma de explorar la condición humana. Mareas de magia es, sin duda, el prometedor comienzo de una nueva travesía literaria.