Una partida de billar que merece una segunda oportunidad

'Jugadores de billar', una novela coral en la que José Avello demuestra un magnífico dominio de la narración

Hay libros que en ocasiones no son tratados, para bien o para mal, como merecen. Novelas que, a pesar de su calidad literaria, pasan de puntillas para la crítica. Esto le pasó en su día a Jugadores de billar, un libro que, afortunadamente, ha tenido una segunda feliz vida. En el año 2001 se publicó por primera vez sin que tuviera un largo recorrido en las librerías. Pero la editorial Trea, con mucho acierto, la ha rescatado del olvido. 

José Avello, autor que falleciera en Madrid en 2015, es el padre de una obra crítica y reflexiva escrita con una narrativa muy cuidada. La novela está dividida en cuatro partes, cuyos capítulos están relacionados con las cuatro estaciones del año: Primavera (Espejos y cristales), Verano (El lado oscuro de la calle), Otoño (El cuarto jugador) e Invierno (Nieve sobre la ciudad).

Así parece ocurrirles a quienes aman en contra de su voluntad y a quienes confunden el amor con la posesión y caen en el tormento de los avaros

'Jugadores de billar' 

Oviedo es el escenario principal, y un personaje más, de una ficción que tiene como protagonistas a un grupo de amigos que suele reunirse en un café de la capital asturiana para hablar de la cotidianidad de la vida con el billar como telón de fondo. 

Reuniones de juventudes pasadas al calor de esa nostalgia que camina perdida entre una rutina mecánica que conduce al fracaso existencial. La vida como una sucesión de carambolas. Sentimientos, relaciones y situaciones increíbles que acaban cobrando verosimilitud. Amistades, saqueos y enigmas. 

Tres crímenes separados en el tiempo en varias décadas regresan tras el fin de un pacto de silencio. forman parte de una trama bien estructurada que cuenta con unos personajes secundarios que complementan a la perfección el texto. 

Una obra coral muy bien escrita, con un notable estilo y en la que el autor demuestra tener un dominio excepcional del lenguaje. Aunque a los lectores perezosos les pueda frenar un poco las más de 600 páginas de Jugadores de billar, la lectura para nada se hace pesada. Cuando menos te lo esperes, la partida habrá finalizado. 



Por: Luis Galindo
Fecha: 17-12-2018