Nos falta un muerto de Iván de Cristóbal: la novela que desafía la muerte y la memoria
Un libro que explora la pérdida, el misterio y el cuestionamiento existencial a través de una historia intrigante sobre un hombre que enfrenta la desaparición de su esposa y un mensaje post-mortem

En Nos falta un muerto (Al Revés), Iván de Cristóbal presenta una historia cargada de emoción y suspenso, donde la muerte se convierte en un enigma aún más desconcertante. La novela gira en torno a Bruno, un hombre que acaba de perder a su esposa Sara, pero cuya vida se ve alterada por un inexplicable mensaje de WhatsApp enviado por ella después de su muerte. Este inesperado suceso lo empuja a una búsqueda que no solo cuestiona su cordura, sino también su comprensión de la realidad misma.
Una trama que desdibuja los límites entre la vida y la muerte
El autor lleva al lector a través de una trama llena de giros inesperados, donde cada paso parece desmoronar lo que Bruno había dado por cierto sobre su vida y su relación con Sara. ¿Es posible que los muertos puedan comunicarse con los vivos? La novela no solo presenta este dilema, sino que lo convierte en el motor de una exploración profunda sobre el amor, la memoria y los lazos que nos unen incluso cuando ya no estamos.
Lo que comienza como un simple mensaje de texto se transforma rápidamente en un abismo emocional para el protagonista. Con una escritura cargada de tensión y detalles que desnudan las emociones más humanas, De Cristóbal plantea una pregunta crucial: ¿qué hacemos con lo que dejamos sin decir a las personas que amamos? A medida que Bruno se adentra en este viaje, el misterio se profundiza, llevando al lector a una reflexión filosófica sobre el sentido de la vida y la muerte.
Un viaje inesperado a través del duelo
A lo largo de la novela, el duelo de Bruno se convierte en un personaje más, influyendo en sus decisiones y en su relación con el mundo. La historia se aleja de las típicas representaciones del luto para presentar una visión más compleja y humana, donde la pérdida no es solo un proceso emocional, sino también un terreno fértil para la intriga y la reflexión.
La habilidad del autor para tejer una narrativa que mantiene al lector en vilo se destaca en Nos falta un muerto. Cada capítulo es una pieza clave en un rompecabezas que desafía las expectativas del lector, utilizando el humor y el suspenso para aliviar la tensión, solo para luego sumergirnos de nuevo en el abismo del misterio. Este ritmo narrativo, combinado con personajes profundamente humanos, convierte la novela en una obra difícil de dejar.
Iván de Cristóbal nos ofrece mucho más que una historia de misterio. A través de Bruno, el autor nos invita a cuestionar la naturaleza de la vida y la muerte, y lo hace de una forma que, lejos de ser macabra, se convierte en una exploración profundamente humana. Los momentos de angustia, las dudas y los miedos de los personajes son tratados con una sensibilidad que invita a la reflexión sobre nuestra propia fragilidad.
Es esta misma humanidad la que convierte Nos falta un muerto en una novela que no solo engancha, sino que también deja una marca. Aunque el misterio es el principal motor de la trama, es el retrato sincero de la pérdida y el amor lo que realmente define esta obra. Iván de Cristóbal logra equilibrar el suspenso con una ternura inesperada, creando una atmósfera única que se mantiene con el lector mucho después de haber cerrado el libro.








